porlanzar un grito de alegría desde el fondo de mi pecho. encendido de furor, de orgullo y de amor por mi tierra. Porque el corazón me late en esta noche henchido. de un amor
comoya se comentó, son los poetas del parti-do liberal, derivados de las tendencias román-ticas, entre ellos Guillermo Prieto, Vicente Riva Palacio y, más adelante, Juan de Dios Peza, el más logrado entre ellos. Mi parecer es que, para los zombis, será interesante la lectu-ra del soneto “Al Amor”, de “El nigromante” Ignacio Ramírez: Parael mexicano la vida es una oportunidad de chingar o de ser chingado. El mexicano puede doblarse, humillarse, “agacharse” pero no “rajarse”, o sea, permitir que el planeta exterior penetre en su privacidad. Nuestro culto a la muerte es culto a la vida, del mismo modo que el amor que es hambre de vida es anhelo de muerte. . 59 495 407 232 311 148 241 373